Descubre la sabiduría epicúrea cómo ir más allá de la mera estoicidad
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Existe una corriente de pensamiento que pretende unir el esfuerzo y la disciplina con el disfrute, sin enfrentarlos de manera rígida como a menudo lo hacen los seguidores de los estoicos. A este enfoque se le conoce como epicureísmo.
Parece que estamos rodeados de un aparente estoicismo en todas partes. Desde empresas y publicistas hasta deportistas e 'influencers', todos promueven vivir de forma estoica. Pero, ¿acaso no estamos rechazando la posibilidad de encontrar placer en las pequeñas cosas, aquellas que podemos elegir de la vasta sabiduría epicúrea? A pesar de haber sido despreciado, incomprendido y relegado al olvido durante siglos, Epicuro propuso con su filosofía un camino para alcanzar lo que sus contemporáneos y todavía hoy en día seguimos buscando incansablemente: la felicidad. Y lo hizo de manera sencilla y coherente, alejándose tanto de la búsqueda constante del placer -una empresa fútil que solo aumenta nuestros deseos- como del extremismo ascético.
Charles Senard nos invita a dejarnos llevar por los relatos del que fue llamado el "maestro en su jardín", a vivir en el presente y a saborear el epicureísmo tal como lo promulgaba su creador, con pequeños bocados.
Esta obra ágil y sugerente combina hábilmente el placer epicúreo con la conciencia estoica en la búsqueda de la felicidad, según lo expresa Carlos García Gual.
La importancia de ir más allá del estoicismo.
El estoicismo es una filosofía que ha ganado popularidad en los últimos años, debido a su enfoque en el control emocional y la aceptación de los acontecimientos externos. Sin embargo, en ocasiones se puede caer en la trampa de pensar que simplemente se trata de soportar todo sin sentir nada.
Pero en realidad, esta filosofía va mucho más allá. Se trata de aceptar las cosas que no podemos cambiar, pero también de cambiar lo que sí está en nuestras manos. El estoicismo nos enseña a ser dueños de nuestras acciones y decisiones, a ser responsables de nuestro propio destino.
Es cierto que el control emocional y la resiliencia son importantes en la vida, pero no podemos quedarnos ahí. Es necesario dar un paso más allá y actuar en base a nuestros valores y principios. De lo contrario, caeríamos en la pasividad y nos perderíamos la oportunidad de dejar una huella positiva en el mundo.
A veces, el estoicismo se puede malinterpretar como una filosofía pesimista o conformista, cuando en realidad es todo lo contrario. Nos invita a ser proactivos y afrontar los retos con determinación. Nos recuerda que, aunque no podamos controlar las circunstancias, sí podemos elegir cómo reaccionar ante ellas.
Esta filosofía nos ayuda a encontrar el equilibrio entre la aceptación y la acción, y nos ayuda a ser mejores personas y contribuir positivamente en el mundo.
Una nueva perspectiva: uniendo esfuerzo y disfrute en el epicureísmo.
En el mundo moderno, donde la sociedad se enfoca en producir y consumir constantemente, el epicureísmo puede ser visto como una filosofía anticuada y poco práctica. Sin embargo, en lugar de ser una forma de vida basada en la indulgencia y el hedonismo, el epicureísmo es una filosofía que busca encontrar el equilibrio entre el esfuerzo y el disfrute.
El epicureísmo se originó en la antigua Grecia con Epicuro, quien creía que el principal objetivo en la vida era encontrar la felicidad y el bienestar. Sin embargo, a diferencia de otras escuelas filosóficas de la época, el epicureísmo no promovía la búsqueda de placeres intensos y temporales, sino que enfatizaba el disfrute moderado y el autocontrol.
Para los epicúreos, el esfuerzo y el disfrute son dos conceptos que van de la mano. Creían que el exceso en cualquier actividad, ya sea en el trabajo o en el placer, puede llevar a la infelicidad y la insatisfacción. De esta manera, el epicureísmo promueve la moderación y el equilibrio en la vida diaria.
Otra parte fundamental del epicureísmo es la amistad. Para Epicuro, tener amistades significativas y de calidad era esencial para alcanzar la felicidad y el bienestar. La amistad no solo ofrece apoyo emocional, sino que también nos permite compartir momentos de disfrute y alegría juntos.
Pero ¿cómo podemos aplicar el epicureísmo en nuestras vidas modernas? En lugar de perseguir constantemente la realización material y el éxito profesional, podemos enfocarnos en encontrar un equilibrio entre el trabajo y el tiempo de ocio. También podemos buscar amistades auténticas y cultivar relaciones sanas y enriquecedoras.
Al seguir los principios de la filosofía epicúrea, podemos encontrar una mayor felicidad y bienestar en nuestras vidas.
Contrarrestando la rigidez del estoicismo.
El estoicismo, una filosofía antigua popularizada por filósofos griegos como Epicteto y Séneca, se enfoca en el autocontrol y la indiferencia ante los eventos externos. Sin embargo, a medida que avanzamos en una sociedad moderna y cambiante, ¿sigue siendo relevante esta filosofía rígida y a menudo percibida como insensible?
La respuesta es no. Aunque el estoicismo puede tener sus beneficios en términos de autocontrol y aceptación de las situaciones difíciles, también puede limitar nuestra capacidad de adaptación y empatía.
En el mundo actual, donde enfrentamos una variedad de desafíos y cambios constantes, es necesario tener una mentalidad más flexible y adaptable. La rigidez del estoicismo puede hacernos ciegos a las emociones y necesidades de los demás, lo que dificulta la construcción de relaciones significativas y la compasión hacia los demás.
En lugar de adherirse estrictamente a la filosofía estoica, es importante aprender a equilibrar el autocontrol y la aceptación con la flexibilidad y la empatía. Esto nos permite adaptarnos mejor a las situaciones cambiantes y también nos permite conectarnos más profundamente con los demás.
No se trata de renunciar por completo al estoicismo, sino de reconocer sus limitaciones y combinarlo con otras filosofías y prácticas que nos ayuden a ser más compasivos, resilientes y adaptativos.
Al hacerlo, podemos contrarrestar la rigidez del estoicismo y abrazar una vida más plena y significativa en un mundo en constante cambio.
¿Qué es el epicureísmo y cómo se diferencia del estoicismo?
El epicureísmo y el estoicismo son dos filosofías antiguas que tuvieron gran influencia en la sociedad griega y romana. Ambas buscan el bienestar y la felicidad del individuo, pero tienen enfoques diferentes.
Epicureísmo:
El epicureísmo fue fundado por Epicuro en el siglo IV a.C. Su objetivo principal era alcanzar la ataraxia, un estado de tranquilidad y ausencia de perturbaciones. Para lograr esto, los epicúreos promueven el disfrute de las pequeñas cosas y el alejamiento de los placeres excesivos. Consideran que el cuerpo y los sentidos son la fuente del placer y que la sabiduría se alcanza a través del conocimiento y la experiencia.
Estoicismo:
Por otro lado, el estoicismo fue fundado por Zenón de Citio en el siglo III a.C. Esta filosofía se basa en la idea del dominio de las emociones y el control de uno mismo. Los estoicos creen que la virtud es el único bien verdadero y que todo lo demás es indiferente. Consideran que el raciocinio es la herramienta para alcanzar la serenidad y la sabiduría.
Ambas filosofías tienen como objetivo lograr la felicidad y el bienestar del individuo, pero difieren en sus métodos y enfoques.
Más allá de la disciplina: la búsqueda de la felicidad en el epicureísmo.
El epicureísmo es una corriente filosófica que ha ganado cada vez más seguidores en los últimos años. Su objetivo principal es alcanzar la felicidad a través de una vida simple, libre de preocupaciones y vicios.
Aunque muchas personas lo relacionan con el hedonismo y el placer desmedido, el epicureísmo va mucho más allá de eso. Su lema principal es "vive ocultamente" y se enfoca en encontrar la tranquilidad y el bienestar interno.
La disciplina es algo que se asocia comúnmente con la felicidad. Se cree que tener una rutina estricta y seguir una serie de reglas nos llevará a sentirnos más satisfechos con nuestras vidas. Sin embargo, el epicureísmo nos enseña a liberarnos de la disciplina y a vivir de forma natural y espontánea.
Para los epicúreos, la felicidad se encuentra en disfrutar de los placeres simples de la vida: una buena comida, una agradable compañía, un paseo por la naturaleza. No se trata de caer en los excesos, sino de apreciar las pequeñas cosas que nos brinda el mundo.
Otro aspecto importante en el epicureísmo es la amistad y la camaradería. Para ellos, tener buenos amigos y compartir momentos con ellos es esencial para una vida plena y feliz. La amistad no solo nos hace sentir bien, sino que también nos ayuda a afrontar las dificultades de la vida.
Se trata de encontrar la felicidad en las cosas más sencillas y de cultivar relaciones cercanas y significativas. En lugar de seguir una disciplina estricta, necesitamos aprender a disfrutar y a apreciar la vida en su forma más auténtica.