
El Assignat, o de cómo se pagó la Revolución Francesa
¿Alguna vez te has preguntado cómo se financió la Revolución Francesa? Pues bien, el assignat fue la solución que ideó la Asamblea Nacional en 1790. Este papel moneda no solo marcó un cambio radical en la forma de realizar transacciones, sino que fue el primer experimento de este tipo en Francia. Al principio, parecía una idea brillante: respaldar este billete con propiedades nacionales expropiadas. Sin embargo, la historia nos dice que volvió las cosas del revés, al punto de que el valor del assignat se fue a pique cuando la gente comenzó a desconfiar y a exigir oro a cambio.
A medida que la imprenta del gobierno revolucionario seguía funcionando a full, el inflacionario mundo del assignat se volvía cada vez más caótico. La promesa inicial de riqueza se esfumó, y la moneda que se suponía debía facilitar la economía se convirtió en un lastre. Así, el assignat se transformó en un símbolo del caos financiero que acompañó a esta tumultuosa época, dejando a los franceses con deudas y un profundo descontento. ¡Vaya manera de pagarse la libertad!
El Impacto del Assignat en la Revolución Francesa
La Revolución Francesa es un capítulo histórico que todos conocemos, pues representó un profundo cambio en todos los aspectos de la vida en Francia. Desde las reformas políticas y sociales hasta transformaciones drásticas en la medición del tiempo y las finanzas, su influencia fue inmensa. En este contexto, uno de los episodios más intrigantes fue el del assignat, la moneda revolucionaria que pretendía marcar la diferencia. Sin embargo, su ejecución fue un auténtico fracaso.
El assignat se convirtió en la moneda oficial de Francia entre 1789 y 1796. Su característica principal residía en que, en lugar de estar respaldado por metales preciosos, como era la norma en aquel entonces, su valor se fundamentaba en tierras. Esta novedad pretendía revolucionar la economía del país, pero resultó en un experimento que no salió como se esperaba.
El Surgimiento del Assignat: Una Solución Financiera Revolucionaria
Entre las múltiples razones que desencadenaron la Revolución Francesa, una de las más impactantes fue el estado de ruina económica en el que se encontraba la tesorería del Rey Luis XVI. La administración tributaria, caracterizada por su ineficiencia, convertía a las clases medias y bajas en las principales víctimas de un sistema impositivo opresivo, que drenaba sus escasos recursos en beneficio de un Estado que, pese a su apariencia de estabilidad, escondía una deuda insostenible y un serio déficit presupuestario.
El 14 de julio de 1789, los revolucionarios asaltaron la Bastilla, un acontecimiento que marcó el inicio de un cambio profundo. A partir de ese momento, el control del poder se trasladó a la Asamblea Nacional, surgida de la división del Tercer Estado durante los Estados Generales convocados por el Rey para abordar la crisis financiera del país.
A pesar del éxito inicial de la Revolución, la deuda seguía siendo un lastre. En un ambiente rife de sentimiento anticlerical, la Iglesia Católica fue vista como un blanco ideal para resolver el dilema económico. Así, la Asamblea Nacional decidió que la Iglesia perdería dos tercios de sus propiedades, con el fin de que el Estado se quedara con el resto y lo subastara para paliar los problemas financieros que había generado la deuda.
Ante la inminente quiebra del Estado y el temor a un proceso largo, figuras como el Ministro de Finanzas Jacques Necker, el Conde de Mirabeau y Talleyrand propusieron una innovadora solución: unos bonos de deuda respaldados por lo que llamaron “bienes nacionales”, que no eran otra cosa que las tierras confiscadas a la Iglesia. Así nació el assignat, que recibió luz verde en la sesión del 21 de diciembre de 1789.
El primer assignat establecido fue un bono del tesoro valorado en 1000 libras francesas con un interés del 5%, garantizado por el Estado a través de esas tierras expropiadas. Los inversionistas tenían dos alternativas: redimir el bono al finalizar el plazo para obtener su 5% de interés, o utilizarlo para adquirir las tierras una vez fueran subastadas. La estrategia central era que, con el tiempo, el assignat volviera al control del Estado.
Para llevar a cabo esta primera emisión, se aprobaron 400 millones de assignats en diciembre de 1789, y se establecieron dos entidades financieras: la Caisse de l’Extraordinaire, responsable de emitir los bonos, y la Caisse d’Escompte, encargada de saldar las deudas.
La Historia del Assignat como Moneda Oficial
En un contexto donde coexisten dos tipos de monedas legales y el público clasifica una como «buena» y otra como «mala», prevalece una regla económica: la moneda considerada mala siempre termina desplazando a la buena del mercado.
- El assignat, a pesar de no haber sido diseñado inicialmente para esto, se convirtió en moneda circulante entre los franceses.
- La crisis económica hizo que la antigua moneda de metal precioso prácticamente desapareciera.
- El intercambio se había establecido como el método principal para transmitir valor.
Frente a estas circunstancias y a la oposición de dos de los tres arquitectos de la idea (Necker y Talleyrand), la Asamblea Nacional Constituyente se vio obligada a reconocer la realidad. Así fue como, el 17 de abril de 1790, el assignat fue oficialmente adoptado como la moneda de Francia, aunque con un interés reducido al 3%.
- En septiembre de 1790, se autorizó una nueva emisión de assignats por un monto de 800 millones de libras francesas.
- Esta emisión no generaría interés y ofrecería diversas denominaciones: 50, 60, 70, 80, 90, 100, 500 y 2000 libras.
Los defensores de la idea pensaban que al emitir assignats al mismo ritmo que se vendían las propiedades eclesiásticas, y al retirar los antiguos assignats con interés, no habría problema alguno. Sin embargo, este razonamiento demostró ser un error significativo.
A pesar de que las monedas del Antiguo Régimen aún eran de curso legal y podían ser cambiadas por assignats, la ley de Grisham dictó que las pocas monedas que continuaban circulando desaparecieron casi por completo de las transacciones cotidianas. Los assignats eran demasiado grandes para el uso diario, lo que llevó a la aparición de monedas privadas que facilitaran las transacciones.
La Hiperinflación: Un Fenómeno Históricamente Relevante
La relación entre la emisión de dinero y la inflación es delicada, a más dinero en circulación, mayor será el riesgo de inflación. Y si se emite en exceso, la hiperinflación se convierte en una realidad devastadora. Tal y como se vivió en la República de Weimar, donde el precio del pan se pagaba con carretillas repletas de billetes.
La introducción del assignat durante la Revolución Francesa tuvo un impacto inicial positivo: la producción aumentó levemente y se resolvió la escasez de efectivo, al menos temporalmente. Sin embargo, pronto se evidenció que este mecanismo monetario no funcionaba como se había previsto.
"Para finales de 1792, el valor del assignat había caído un 50%."
Algunos factores contribuyeron a este desplome:
- Exceso de oferta de tierras: Las subastas de tierras confiscadas a la Iglesia revelaron que la oferta superaba la demanda real, provocando una caída de los precios y una recaudación por debajo de las expectativas.
- Conflictos bélicos: Con el inicio de la Guerra de la Primera Coalición, las naciones europeas, como Reino Unido, Suiza y Bélgica, comenzaron a falsificar assignats, aumentando su disponibilidad y devaluando aún más esta moneda.
- Inestabilidad gubernamental: Los frecuentes cambios de régimen (Girondinos, Jacobinos, etc.) causaron una pérdida de confianza en la economía francesa. Los gobiernos, ineficaces y efímeros, dejaban a la población insegura sobre el futuro. Sin la Revolución, el assignat no sería más que un simple papel sin valor.
A pesar de la imparable emisión de assignats, los precios seguían en ascenso, sumiendo a la economía en una espiral inflacionaria que parecía insostenible.
¡Celebremos la República!
Cuenta la historia que durante la célebre Fuga de Varennes en junio de 1791, un guarda reconoció a Luis XVI gracias a su imagen en los assignats. Este evento marcó el final de la autoridad constitucional del Rey en Francia. Aunque la proclamación de la República no llegó hasta el 22 de septiembre de 1792, Luis XVI fue detenido en las Tullerías mientras se deliberaba su futuro, que culminaría con su ejecución en la guillotina en 1793.
La Fuga de Varennes sentó las bases del convulso camino hacia la República en Francia.
El Engranaje del Assignat Republicano
A lo largo de los tres años de existencia del assignat republicano, se refleja claramente la evolución política de la Primera República Francesa. Sin embargo, un hecho curioso ocurrió: los Gobiernos Republicanos no se molestaron en retirar el assignat monárquico de la circulación.
- Deudas por pagar
- Ejércitos que requerían financiación
- Emisión descontrolada de nuevos assignats
Debido a la emisión indiscriminada, el assignat monárquico se volvió escaso, generando cierta esperanza de que sería respetado en caso de una potencial restauración monárquica. Con ello, empezó a ganar valor, convirtiéndose en lo que la gente consideraba una «moneda buena».
Desafíos Económicos y Decisiones Políticas
A pesar de que la economía atravesaba un mal momento, la culpa no se dirigió hacia el assignat. En lugar de eso, se optó por una serie de cambios, incluyendo la modificación de la moneda oficial: en 1795 se adoptó el franco francés, abandonando la libra francesa.
- Un par de ligeros aumentos en el valor del assignat ocurrieron bajo gobiernos jacobinos.
- La confiscación de propiedades nobles resultó en la retirada de grandes cantidades de assignats.
- Otros experimentos revolucionarios, como el Calendario Republicano Francés, también encontraron eco en los assignats.
El Colapso del Assignat
Cuando el Directorio tomó las riendas de la Primera República Francesa en noviembre de 1795, circulaban en el país assignats por un valor de aproximadamente 45 billones de libras francesas. Este número excluía los assignats falsificados, mientras que las tierras que respaldaban este sistema apenas alcanzaban un valor entre 2 y 3 billones.
La economía francesa estaba en un estado de parálisis: el comercio se encontraba prácticamente ausente, las fábricas habían cesado operaciones y la mayoría de los negocios sobrevivían con mucha dificultad.
“En febrero de 1796, el Directorio decidió que era tiempo de actuar.”
Fue así que, en una ceremonia llevada a cabo en la Place Vendôme de París, se inmoló una gran cantidad de assignats junto con las planchas utilizadas para su impresión, marcando un hito simbólico. Sin embargo, la historia parecía no haber dejado lecciones, ya que la respuesta del Directorio fue la emisión de los famosos «mandatos territoriales», que esencialmente replicaban el mismo problema que los assignats.
- Para 1797, los mandatos territoriales habían perdido totalmente su valor.
- Las monedas tradicionales regresaron para llenar el vacío dejado por los assignats.
- Actualmente, conseguir un billete de assignat es bastante accesible.
Hoy en día, es posible encontrar assignats en condiciones aceptables por precios de alrededor de 15 euros en subastas, lo que los convierte en un atractivo elemento para coleccionistas.
FAQ - Preguntas Frecuentes
¿Qué es el Assignat?
El Assignat fue un papel moneda creado en 1790 por la Asamblea Nacional de Francia para hacer frente a la crisis económica durante la Revolución.
¿Cuál era la moneda en circulación durante la Revolución Francesa?
Durante la Revolución Francesa, el Assignat fue la principal forma de moneda en circulación entre 1789 y 1796.
¿Por qué se creó el Assignat?
Se creó para solucionar el desorden financiero y la falta de efectivo que azotaba al país en ese momento.
¿Cómo se determinaba el valor del Assignat?
El valor del Assignat se basaba en los bienes nacionales confiscados, especialmente propiedades de la Iglesia.
¿Por qué fracasó el Assignat?
El exceso de impresión del papel moneda llevó a la hiperinflación y la pérdida de confianza del público en su valor.
¿Cuándo dejó de usarse el Assignat?
El uso del Assignat finalizó en 1796, tras años de devaluación significativa.
¿Cuál era la denominación más alta del Assignat?
La denominación más alta llegó a ser de 1,000 livres, aunque su valor real se desplomó.
¿Quién emitía el Assignat?
El Assignat era emitido por el gobierno revolucionario, específicamente por la Asamblea Nacional.
¿Cómo afectó el Assignat a la economía francesa?
El Assignat inicialmente alivió la crisis, pero a largo plazo generó inflación y desconfianza en la economía.
¿Qué lecciones se pueden aprender del caso del Assignat?
El caso del Assignat resalta los riesgos de la emisión incontrolada de papel moneda como solución a crisis económicas.